28 feb 2009

El Castillo de Benavente.

El Castillo de Benavente. R. González, F. Regueras, J.I. Martín. C.E.B. “Ledo del Pozo”, 1998.


PRESENTACIÓN

Con la publicación de una monografía dedicada al castillo de Benavente, los autores creemos haber contribuido a satisfacer lo que entendemos era una deuda histórica de la ciudad con respecto a uno de los capítulos más sobresalientes —y a la vez más dolorosos— de su pasado. En la memoria colectiva de los benaventanos la antigua residencia de los Pimentel siempre ha estado presente de una forma u otra en la vida cotidiana. Cuando ya nada que­daba de aquellos venerables muros, el viejo torreón del Caracol ha mantenido siempre vivo el recuerdo de sus momentos de esplendor, y en no pocas ocasiones se ha utilizado su ima­gen como emblema mismo de la villa, como su tarjeta de visita. Pero la historia de nuestro castillo es también la crónica anunciada de su progresiva decadencia y ruina, el paradigma más palpable del secular y sistemático acoso y derribo de nuestro otrora rico patrimonio histórico-artístico. La celebración durante el presente año del VI centenario de la creación del condado de Benavente parece una excelente oportunidad para proponer ahora un acerca­miento a fondo a lo que fue la sede central del señorío, el exponente más acabado del poder de los Pimentel sobre la villa y el vasto territorio de su condado, el lugar desde el que se tomaron decisiones de gran trascendencia para la vida de toda la comarca.

Al margen de nuestra labor de investigación, de nuestro trabajo de recopilación de fuentes, por encima incluso de nuestro interés escrupuloso por mantener el máximo rigor his­tórico, este libro pretende ser ante todo un guiño constante al lector, un desafío a la imaginación. Con la lectura de las páginas siguientes esperamos que se pueda volver a traspasar de nuevo los muros de la residencia señorial, deambular por su patio de armas, asomarse a la armería, disfrutar de su rica y selecta biblioteca, recorrer sus diversos salones y estancias, admirar sus artesonados y azulejerías, recrear los ambientes evocadores de El Jardín y El Bosque, paseando entre sus estatuas, estanques, jardines y fuentes, todo ello acompañados por la música de los ministriles. Se trata, en definitiva, de un ensayo sobre la nada, sobre aquello que ya no existe ni volverá a existir, la reconstrucción nostálgica de un paisaje a tientas, tal y como se enuncia en uno de los epígrafes de la presente obra. Una amplia colec­ción de grabados, dibujos, pinturas y fotografías antiguas contribuirán a hacer posible el simulacro. El trabajo de recopilación de este tipo de fuentes ha sido tan importante para nosotros como el de la propia investigación histórica. Algunos de estos documentos gráfi­cos vienen circulando desde hace tiempo en determinados ambientes culturales, otros en cambio son absolutamente inéditos, y en ciertos casos concretos constituyen testimonios más que reveladores.

Existiendo un planteamiento global y unificador que preside toda la obra, el libro ha sido dividido en tres capítulos, correspondientes a cada uno de los autores y, sobre todo, a tres momentos significativos de la evolución del castillo. El primero de ellos se centra en un estu­dio de la fortificación de Benavente durante la Edad Media. Su carácter originario de forta­leza de realengo y las consecuencias de su pase al dominio de los Pimentel constituyen los ejes centrales de su discurso. La segunda parte analiza la residencia señorial en su periodo de máximo esplendor, esto es durante los siglos XVI, XVII y XVIII, proponiendo una reconstruc­ción minuciosa tanto intramuros como extramuros. El tercer apartado nos acerca a la histo­ria del castillo en la época contemporánea. Se inicia con el incendio y saqueo de la fortaleza en el transcurso de la Guerra de la Independencia, y se centra en el largo calvario padecido por nuestro edificio hasta su prácticamente total desmantelamiento. A pesar de que estas divisiones cronológicas pueden parecer demasiado convencionales, no se trata en ningún caso de compartimentos estanco. La obra, como decíamos antes, tiene toda ella un mismo argumento y, de hecho, las referencias a periodos y acontecimientos anteriores y posteriores son constantes en las tres partes.

Tres capítulos pues, tres autores, tres miradas en definitiva, y un solo silencio, por fin elo­cuente.

Benavente, octubre de 1998

Los autores

No hay comentarios:

Publicar un comentario